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Nutre tu panza, nutre tu mente. La importancia de la salud intestinal y la salud mental.

El día de hoy platicaremos sobre la relación entre la salud intestinal y la salud mental, que durante mucho tiempo fueron considerados dos sistemas independientes, pero las investigaciones más recientes han compartido la conexión entre ellos.




Sistema gastrointestinal


El sistema gastrointestinal es la casa de una gran comunidad de microorganismos, conocida como microbiota o microbioma (mejor conocida como flora intestinal o bacterias buenas), que engloba a bacterias, virus, hongos y otros microbios.


Esta microbiota es parte esencial en la digestión de los alimentos, la absorción de nutrientes, la regulación del sistema inmunológico y la síntesis de vitaminas, entre otras cosas. Además, se ha descubierto que la microbiota intestinal tiene mucha influencia en la función cerebral y el comportamiento, a través del llamado "eje intestino-cerebro".


Comunicación intestino-cerebro


La comunicación entre el intestino y el cerebro sucede mediante una varias vías, incluidas las hormonas, los neurotransmisores y el sistema inmunológico. Esta comunicación bidireccional permite que los dos sistemas se influyan mutuamente.



Uno de los mecanismos más importantes de la microbiota, es que afecta la salud mental gracias a la producción de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que desempeñan un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo, el estrés y la ansiedad.



Dato: Se estima que aproximadamente el 90% de la serotonina, un neurotransmisor asociado con la felicidad y el bienestar, se produce en el intestino. Por lo tanto, cualquier desequilibrio en la microbiota intestinal puede tener un impacto directo en la función cerebral y el estado emocional.



La microbiota también influye en la inflamación y la permeabilidad intestinal.

Estudios han demostrado que las personas con trastornos del estado de ánimo, como la depresión tienen una composición diferente de microbiota en comparación con las personas que no los padecen.



Por otro lado, el estrés, la ansiedad y más factores psicológicos pueden alterar la microbiota y aumentar esta permeabilidad intestinal, lo que crea un ciclo negativo entre el intestino y el cerebro.




Por eso es importante encontrar un cuidado integral de nuestro cuerpo físico y emocional.

Aquí te compartimos un par de estrategias para mantener tu salud en equilibrio.


  1. Alimentación equilibrada: Lleva una dieta rica en fibras, frutas, verduras y alimentos fermentados como el yogurt o la kombucha. Estos alimentos fortalecen a las bacterias buenas y a tu salud digestiva.

  2. Reduce el consumo de alimentos procesados: Evita los alimentos altamente procesados, que suelen ser bajos en fibra y nutrientes ya que pueden alterar el equilibrio de tu microbiota.

  3. Come probióticos y prebióticos: Incluye en tu dieta alimentos ricos en probióticos, como el kéfir y prebióticos, como el ajo y las cebollas.

  4. Gestión del estrés: Practica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, yoga o como lo mencionamos en el blog pasado, la respiración profunda, para reducir el impacto negativo del estrés en el intestino y la salud mental.

  5. Ejercicio: Mantén una rutina de ejercicio regular, ya que puede mejora la movilidad intestinal, reduce la inflamación y promueve un mejor estado de ánimo.

  6. Dormir lo suficiente: Prioriza el sueño de calidad ya que la falta de sueño el una de las causas más comunes del desequilibrio en la salud física y mental.



Recuerda que el cuerpo es un sistema organizado y balanceado, que si tiene alguna falla en algún lado va a generar consecuencias en otro lado. Es importante tener siempre en cuenta el balance entre nuestra salud física y emocional y fomentar hábitos saludables que nos mantengan en equilibrio.

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